Trabajé muchos años al lado de Luis Vinker y sé cómo sus horas libres, desde chico, fueron y siguen siéndolo dedicadas a juntar recortes, recolectar libros y seguir pistas del atletismo por todos los rincones
del mundo.
Así fue cuando unos meses antes de dar a luz este maravilloso libro, Luis me llamó siguiendo una pista que sólo él podía seguir. Tenía para esta investigación sobre los Juegos de Berlín, que una posta argentina había quedado muy cerca de compartir el podio con Owens.
JORGE BÚSICO